La cocina y la salud mental están estrechamente relacionadas. La comida no solo es una fuente de nutrición, sino que también puede influir en nuestro estado de ánimo y bienestar emocional. En este texto te explicaré las diferentes maneras en que la cocina tiene un impacto sobre la salud mental y cómo podemos aprovechar dicha relación para mejorar nuestra calidad de vida.
La cocina como una forma de autocuidado
La cocina puede ser una forma efectiva de autocuidado. Preparar comidas saludables y deliciosas puede ayudarnos a sentirnos bien con nosotros mismos, nosotras mismas, y aumentar nuestra autoestima. Además, el acto de cocinar puede ser considerada como una actividad terapéutica en el sentido de que que nos permite entrar en contacto con el presente y fijar nuestra atención, lo que nos permite dejar de lado por unos momentos los bucles de pensamiento que generan malestar.
Además, la cocina también puede ayudarnos a conectarnos con otras personas. Compartir una comida casera con amigos o familiares puede ser una forma de fortalecer relaciones y mejorar nuestra salud social y emocional, pues somos seres sociales y nos necesitamos los unos a los otros para co-regularnos y experimentar el sentimiento de pertenencia. La cocina, pues, facilita estos momentos de encuentro y disfrute en comunidad.
La comida y el estado de ánimo
La comida que comemos puede tener un impacto sobre nuestro estado de ánimo y bienestar emocional. Por ejemplo, los alimentos ricos en azúcar y grasas pueden hacernos sentir felices y satisfechos, satisfechas, temporalmente, pero también pueden afectar negativamente nuestro estado de ánimo a largo plazo. Por otro lado, los alimentos en su estado más natural, como las frutas, verduras, proteínas magras y carbohidratos complejos pueden ayudarnos a mantener un estado de ánimo estable y reducir el riesgo de síntomas asociados a la depresión y la ansiedad.
Asimismo, cocinar con ingredientes frescos y saludables puede ser una forma de mejorar nuestra calidad de vida y nuestro bienestar mental. Al comer alimentos de alto valor nutricional estamos proporcionando a nuestro cuerpo los nutrientes que necesita para funcionar correctamente. Tan solo hacer este cambio alimenticiopuede mejorar nuestro estado de ánimo, reducir el estrés y aumentar nuestra energía y concentración.
Cocinar despierta nuestros cinco sentidos, nos invita a seguir instrucciones y a la vez a improvisar, a poner en práctica nuestra atención y otras funciones cognitivas como la memoria y la toma de decisiones. Sentirnos capaces de realizar nuestro propio plato de comida nos lleva a sentir autorealizados y empoderados, empoderadas.
La cocina como una forma de expresión creativa
La cocina también puede ser una forma de expresión creativa. Al experimentar con diferentes ingredientes y técnicas de cocción podemos crear platos únicos y personalizados que reflejen nuestra personalidad y estilo de vida. Cocinar nos permite explorar diferentes sabores, texturas y técnicas de cocción. Esto puede ayudarnos a desarrollar nuestras habilidades culinarias y mejorar nuestra confianza en la cocina. Cocinar también puede estimularnos para indagar en los platos que pueden ofrecernos diferentes culturas y así poder crear nosotros mismos experiencias gastronómicas que nos sean novedosas. Cocinar, entonces, puede ser una forma de expresar nuestra creatividad, personalidad e incluso nuestras emociones.
En resumen, la cocina nos acerca tanto a nosotros mismos, nosotras mismas, como a la comunidad y esto nos proporciona un bienestar físico y emocional.
¿Te sientes identificado, identificada, con alguna de estas maneras en la que la cocina se relaciona con tu salud mental?
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Pamela Crombie
Psicóloga, literata y psicoterapeuta integradora
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