A veces me encuentro con personas que buscan ayuda psicológica y que, según me cuentan, esperan que después de la primera sesión de terapia puedan tener sus problemas resueltos. Quizá algunas personas piensan que ir al psicólogo es explicar las historias y los problemas con el fin de desahogarse cada sesiónsin la intención de implicarse en un proceso de cambio y sin integrar a la vida cotidiana lo que se habla en sesión.
Suelo recibir en mi consulta, también, personas que llegan con una demanda mágica, es decir, con la inconsciente o consciente creencia de que la o el psicóloga/o les entregará la varita mágica que necesitan para dejar de sufrir. De este modo, es como si existiese la creencia de que los problemas se abordan desde fuera, desde la influencia externa, sin pasar por una exploración del mundo interno de la persona, sin pasar por el proceso de autoconocimiento.
Ahora, quiero contarte que, primero que todo, la psicoterapia se basa en el vínculo seguro, sano y respetuoso que se construye entre terapeuta y quien consulta. Este vínculo se teje sesión a sesión, con tiempo, paciencia, sinceridad y confianza. Con una base sólida, entonces, se puede acordar entre ambas partes, una intervención terapéutica, que en todo caso, no será mágica ni vendrá sin un previo proceso de movimiento interior psíquico y emocional ni sin la respnsabilidad y empoderamiento de quien busca ayuda.
Te cuento brevemente, entonces, lo que NO es la psicoterapia, desde mi enfoque que es el de la psicoterapia integradora:
Una solución rápida a tus problemas.
Un abordaje sobre únicamente tu sintomatología sin ir a la raiz del problma.
Un espacio para explicar tus problemas con el fin de solamente desahogarte, sin recibir retroalimentación y sin intención de implicarte en un cambio.
En espacio para dar consejos, ni para decirte qué hacer o cuál decisión tomar.
Un espacio para señalar errores, para juzgar o decir qué está bien o mal.
Un lugar en el que se cohibirán o juzgarán tus emociones o pensamientos.
Un espacio en el que sientas presión o exigencia.
Un proceso en el que el terapeuta no respetará tu ritmo ni tu intimidad.
Un espacio para escuchar los problemas o sufrimientos del terapeuta.
Un espacio en el que después de cada sesión saldrás alegre y tranquila/o.
Un proceso de cambio lineal ascendente y sin recaídas.
Ahora bien, ya que sabes qué NO es la psicoterapia, ¿qué crees que SÍ es? En caso de que anteriormente hayas ido a terapia o estés en ella, ¿qué te ha ayudado? Házmelo saber en los comentarios.
Pamela Crombie
Psicóloga, y psicoterapeuta integradora